La Ley de IA

La Ley de IA de la UE es el primer marco legal global dedicado a la inteligencia artificial, garantizando una IA segura, ética y transparente mediante la clasificación de sistemas por riesgo y el establecimiento de sólidos estándares de cumplimiento.

La Ley de IA

Panorama general de la Ley de IA

La Ley de Inteligencia Artificial (Ley de IA) es un marco regulatorio importante introducido por la Unión Europea (UE) para supervisar el desarrollo y uso de tecnologías de inteligencia artificial. Aprobada en mayo de 2024, es el primer marco legal global dedicado a la IA. El objetivo principal de la Ley es garantizar un entorno seguro y confiable para la IA abordando desafíos éticos, sociales y técnicos. Alinea el desarrollo de la IA con los valores europeos, enfocándose en la transparencia, la equidad y la responsabilidad.

La Ley de IA destaca por su amplio alcance, regulando los sistemas de IA según niveles de riesgo y aplicaciones. Aplica a sistemas de IA creados dentro de la UE y aquellos comercializados, utilizados o cuyos resultados afectan a la UE. Este enfoque garantiza que cualquier IA que impacte a ciudadanos o empresas de la UE cumpla con los mismos altos estándares, sin importar dónde se desarrolle.

EU protected against AI

Alcance y cobertura de la Ley de IA

La Ley de IA abarca varios actores del ecosistema de IA, incluyendo:

  • Proveedores: Organizaciones que desarrollan y suministran sistemas de IA bajo su marca. Los proveedores deben asegurarse de que sus sistemas de IA cumplan con los requisitos de la Ley antes de entrar al mercado de la UE.
  • Implementadores: Empresas o individuos que utilizan sistemas de IA. Deben alinear su uso de la IA con el marco regulatorio, especialmente en aplicaciones de IA de alto riesgo.
  • Importadores y distribuidores: Entidades que introducen sistemas de IA en la UE o los distribuyen dentro de la región deben seguir reglas específicas para asegurar el cumplimiento.
  • Fabricantes: Compañías que integran IA en sus productos también están sujetas a la Ley si sus productos se venden en la UE.

La Ley define los sistemas de IA de manera amplia, incluyendo sistemas basados en máquinas que trabajan de forma autónoma para producir resultados como predicciones, recomendaciones o decisiones. Algunas categorías de IA, como las utilizadas para investigación y desarrollo (I+D) o en entornos de prueba controlados antes de su despliegue, están exentas de la Ley.

Características clave de la Ley de IA

Enfoque basado en riesgos

La Ley de IA utiliza un sistema de clasificación basado en riesgos para regular los sistemas de IA. Los categoriza en cuatro niveles de riesgo:

  1. Riesgo inaceptable: Los sistemas de IA que son dañinos o van en contra de los valores de la UE están prohibidos. Por ejemplo, esto incluye tecnologías como sistemas de puntuación social o IA que manipula el comportamiento humano para causar daño.
  2. Alto riesgo: En esta categoría se incluyen herramientas de identificación biométrica, dispositivos médicos y gestión de infraestructuras críticas. Deben cumplir requisitos estrictos, como pruebas, mantenimiento de documentación y supervisión humana.
  3. Riesgo limitado: Estos sistemas, usados a menudo con fines educativos o de entretenimiento, deben cumplir con requisitos de transparencia, como informar a los usuarios que están interactuando con IA.
  4. Riesgo mínimo o nulo: La mayoría de aplicaciones de IA, como los motores de recomendaciones en comercio electrónico, pertenecen a esta categoría y enfrentan poca o ninguna regulación.

Gobernanza y cumplimiento

La Ley de IA establece un sistema de gobernanza para garantizar el cumplimiento. Esto incluye:

  • La Junta Europea de Inteligencia Artificial: Coordina la aplicación de la Ley de IA en los Estados miembros de la UE, asegurando coherencia y proporcionando orientación.
  • Autoridades nacionales de supervisión: Cada Estado miembro de la UE debe designar autoridades para monitorear y hacer cumplir el cumplimiento en sus regiones.
  • Aplicación extraterritorial: La Ley aplica a cualquier sistema de IA que impacte a la UE, incluso si fue desarrollado fuera de la región.

Disposiciones para la IA generativa

La Ley incluye reglas específicas para sistemas de IA generativa como ChatGPT. Los desarrolladores de estos sistemas deben cumplir con requisitos de transparencia y seguridad, como la divulgación de métodos de entrenamiento, conjuntos de datos utilizados y posibles sesgos.

Clasificación de la IA: el sistema basado en riesgos

Sistema de clasificación basado en riesgos

La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (Ley de IA) utiliza un sistema de clasificación basado en riesgos para regular las tecnologías de IA. Este sistema ajusta el nivel de supervisión regulatoria al riesgo potencial que representan las aplicaciones de IA. Al dividir los sistemas de IA en cuatro niveles específicos de riesgo—Inaceptable, Alto, Limitado, y Mínimo o Nulo—la UE busca equilibrar el progreso tecnológico con la seguridad pública y los estándares éticos. Cada categoría incluye requisitos regulatorios y responsabilidades específicas para desarrolladores, implementadores y otros actores involucrados en la IA.

Niveles de riesgo y sus implicaciones

Riesgo inaceptable

Los sistemas de IA bajo la categoría de “Riesgo Inaceptable” se consideran amenazas directas a los derechos fundamentales, la seguridad o los valores de la UE. Estos sistemas están prohibidos por la Ley de IA debido a su naturaleza dañina. Ejemplos incluyen:

  • Manipulación subliminal: Sistemas que influyen encubiertamente en el comportamiento humano para causar daño, como manipular decisiones de votantes sin su conocimiento.
  • Explotación de vulnerabilidades: IA que dirige a individuos para causarles daño basándose en vulnerabilidades como edad, discapacidad o situación económica. Por ejemplo, juguetes interactivos que fomentan comportamientos inseguros en niños.
  • Puntuación social: Sistemas que clasifican a individuos según su comportamiento o características, como calificar la solvencia en base a la actividad en redes sociales, llevando a resultados injustos.
  • Identificación biométrica en tiempo real en espacios públicos: Sistemas de reconocimiento facial usados para vigilancia, excepto en casos específicos como la aplicación de la ley con aprobación judicial.
  • Reconocimiento de emociones y categorización biométrica: IA que infiere detalles sensibles como etnia o afiliaciones políticas, especialmente en entornos sensibles como lugares de trabajo o escuelas.

Estas prohibiciones reflejan el compromiso de la UE con una IA ética que respete los derechos humanos.

Alto riesgo

Los sistemas de IA de alto riesgo afectan significativamente la salud, la seguridad o los derechos fundamentales. Estos sistemas no están prohibidos pero deben cumplir requisitos estrictos para garantizar transparencia y responsabilidad. Ejemplos incluyen:

  • Infraestructura crítica: IA que gestiona sistemas esenciales como el transporte, donde fallas podrían poner vidas en riesgo.
  • Educación y empleo: Sistemas que afectan el acceso a la educación o al trabajo, como algoritmos que califican exámenes o filtran solicitudes de empleo.
  • Salud: IA integrada en equipos médicos o en la toma de decisiones, como en cirugía asistida por robot.
  • Servicios públicos: Herramientas que determinan la elegibilidad para préstamos o beneficios públicos.
  • Aplicación de la ley y control fronterizo: IA utilizada en investigaciones criminales o procesamiento de visas.

Desarrolladores e implementadores de IA de alto riesgo deben seguir estándares estrictos, como mantener documentación exhaustiva, asegurar supervisión humana y realizar evaluaciones de conformidad para reducir riesgos.

Riesgo limitado

Los sistemas de IA de riesgo limitado tienen riesgos potenciales moderados. Estos sistemas deben cumplir requisitos de transparencia para asegurar que los usuarios sean conscientes de su interacción con IA. Ejemplos incluyen:

  • Chatbots: Sistemas obligados a informar a los usuarios que no son humanos.
  • Algoritmos de recomendación: IA que sugiere productos, entretenimiento o contenido a los usuarios.

Aunque estos sistemas implican riesgos menores, la Ley de IA impone estándares éticos básicos para fomentar la confianza y la responsabilidad.

Riesgo mínimo o nulo

La mayoría de las aplicaciones de IA, incluyendo herramientas de propósito general como la traducción de idiomas y los motores de búsqueda, pertenecen a esta categoría. Estos sistemas enfrentan mínimas o ninguna restricción regulatoria, permitiendo que la innovación avance libremente. Ejemplos incluyen herramientas de productividad impulsadas por IA y asistentes virtuales para uso personal.

Disposiciones para sistemas de IA generativa

La Ley de IA incluye medidas específicas para sistemas de IA generativa, como ChatGPT y DALL-E, que producen texto, imágenes o código. Estos sistemas se clasifican según su uso previsto y su impacto potencial. Las principales disposiciones incluyen:

  • Requisitos de transparencia: Los desarrolladores deben divulgar los conjuntos de datos utilizados para el entrenamiento e indicar cuándo el contenido es generado por IA.
  • Directrices de seguridad y ética: La IA generativa debe reducir sesgos, prevenir la desinformación y alinearse con estándares éticos.
  • Medidas de responsabilidad: Las empresas deben proveer documentación detallada sobre la arquitectura del modelo, su uso previsto y limitaciones.

Garantizar el cumplimiento: marco de gobernanza

El papel de la gobernanza en la Ley de IA de la UE

La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (Ley de IA) introduce un marco de gobernanza para asegurar que sus reglas se cumplan. Este marco promueve la transparencia, la responsabilidad y la aplicación uniforme en los Estados miembros. También protege los derechos fundamentales mientras fomenta el desarrollo de tecnologías de IA confiables. Son centrales en este marco la Junta Europea de Inteligencia Artificial (EAIB) y la Oficina Europea de IA, que colaboran con las autoridades nacionales para hacer cumplir y monitorear la Ley de IA.

Junta Europea de Inteligencia Artificial (EAIB)

La Junta Europea de Inteligencia Artificial (EAIB) es el principal órgano de gobierno de la Ley de IA. Actúa como autoridad asesora y coordinadora para asegurar que la ley se aplique de forma coherente en toda la UE.

Responsabilidades principales

  • Coordinación y supervisión:
    La EAIB trabaja para alinear los esfuerzos de las autoridades nacionales responsables de hacer cumplir la Ley de IA. Su objetivo es garantizar que los Estados miembros regulen la IA de manera coherente, reduciendo las diferencias en la interpretación y la aplicación.
  • Directrices y recomendaciones:
    La Junta proporciona asesoramiento sobre la aplicación de la Ley de IA. Desarrolla directrices, redacta actos delegados y crea otras herramientas regulatorias. Estos recursos aclaran las normas de la Ley, facilitando su cumplimiento y aplicación.
  • Desarrollo de políticas:
    La EAIB contribuye a moldear las políticas de IA en Europa. Ofrece guía sobre estrategias de innovación, colaboraciones internacionales y otras iniciativas para mantener a la UE competitiva en tecnología de IA.

Estructura de gobernanza

La EAIB está compuesta por representantes de cada Estado miembro de la UE y cuenta con el apoyo de la Oficina Europea de IA, que actúa como su secretaría. Observadores, como el Supervisor Europeo de Protección de Datos y representantes de países EEE-EFTA, también asisten a las reuniones de la Junta. Subgrupos dentro de la EAIB se enfocan en áreas políticas específicas, fomentando la colaboración y el intercambio de buenas prácticas.

Oficina Europea de IA

La Oficina Europea de IA es el principal centro de la UE para la gobernanza de la IA. Trabaja estrechamente con la EAIB y los Estados miembros para apoyar la implementación de la Ley de IA. Su función es garantizar que las tecnologías de IA se desarrollen de manera segura y responsable.

Funciones clave

  • Experiencia y apoyo:
    La Oficina de IA sirve como centro de conocimiento de la UE sobre IA. Ofrece asistencia técnica y regulatoria a los Estados miembros. También evalúa modelos de IA de propósito general para confirmar que cumplan con los estándares de seguridad y ética.
  • Coordinación internacional:
    La Oficina de IA promueve la cooperación global en la gobernanza de la IA, defendiendo el enfoque regulatorio de la UE como estándar internacional. También colabora con científicos, representantes de la industria y la sociedad civil para definir sus políticas.
  • Aplicación:
    La Oficina tiene autoridad para evaluar sistemas de IA, solicitar información y aplicar sanciones a los proveedores de modelos de IA de propósito general que no cumplan con la Ley de IA.

Aplicación extraterritorial de la Ley de IA

La Ley de IA se aplica tanto a entidades dentro de la UE como a aquellas fuera de la Unión que provean sistemas de IA al mercado de la UE o usen sistemas de IA que afecten a ciudadanos de la UE. Esta disposición extraterritorial asegura que los altos estándares de la Ley se sigan globalmente, estableciendo un modelo para la gobernanza internacional de la IA.

Comparaciones con el RGPD

El marco de gobernanza de la Ley de IA guarda similitudes con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), especialmente en su estructura y objetivos.

  • Supervisión centralizada:
    Al igual que la Junta Europea de Protección de Datos establecida bajo el RGPD, la EAIB provee supervisión centralizada para la gobernanza de la IA. Esto asegura la coherencia entre los Estados miembros.
  • Alcance extraterritorial:
    Tanto la Ley de IA como el RGPD extienden sus normas más allá de las fronteras de la UE, demostrando el compromiso de la Unión con el establecimiento de estándares globales en la regulación digital.
  • Enfoque en los derechos fundamentales:
    Ambas regulaciones priorizan la protección de los derechos fundamentales. Enfatizan la transparencia, la responsabilidad y las consideraciones éticas en sus respectivos ámbitos.

Sin embargo, la Ley de IA aborda desafíos específicos de la IA, como la categorización de riesgos y la regulación de sistemas de IA generativa.

Regulación de la IA a escala global

La Ley de IA como modelo global

La Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea (Ley de IA) marca un ejemplo global de cómo regular la IA de manera efectiva. Al ser el primer marco legal detallado para la IA, ofrece una guía para otras regiones que buscan enfrentar los desafíos éticos, legales y sociales que traen las tecnologías de IA. La Ley introduce un sistema de clasificación basado en riesgos, promueve la transparencia y se centra en la protección de los derechos fundamentales, creando un enfoque regulatorio sólido y moderno.

La Ley de IA aborda tanto las oportunidades como los riesgos de la IA. Por ejemplo, prohíbe prácticas como la puntuación social y ciertos usos de la identificación biométrica, estableciendo un claro estándar ético para el uso de la IA. Este marco ya ha influido en debates en países como Estados Unidos, Canadá y Japón, donde los responsables políticos consideran estrategias similares para gestionar las tecnologías de IA.

Además, la Ley incluye reglas extraterritoriales. Esto significa que las empresas en todo el mundo, sin importar dónde tengan su sede, deben cumplir con los requisitos de la Ley si sus sistemas de IA afectan al mercado de la UE o a sus ciudadanos. Esto asegura que la influencia de la Ley vaya más allá de Europa, alentando a las empresas internacionales a alinearse con sus estándares.

Cooperación internacional en la gobernanza de IA

La UE comprende que enfrentar los desafíos de la IA requiere colaboración global. Trabaja con organizaciones internacionales y otros países para promover regulaciones y estándares éticos consistentes en IA. Programas como los Principios de IA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y las iniciativas de IA del G7 ya reflejan elementos del marco de la UE.

Eventos como la reciente Cumbre de Bletchley Park enfatizan la necesidad de conversaciones globales sobre la gobernanza de la IA. Estas reuniones reúnen a responsables políticos, expertos de la industria y la sociedad civil para discutir valores compartidos y estrategias para gestionar las tecnologías de IA. El papel activo de la UE en estas conversaciones muestra su compromiso con la formación de la regulación global de la IA.

A través de la cooperación internacional, la UE busca evitar políticas fragmentadas de IA entre diferentes naciones. En su lugar, apoya un enfoque unificado para asegurar que las tecnologías de IA sean seguras, éticas y beneficiosas para todos.

El futuro de la IA en Europa

La Ley de IA está diseñada no solo para regular la IA, sino también para impulsar la innovación y la competitividad en el sector de IA de la UE. Se apoya en iniciativas como el Paquete de Innovación en IA y el Pacto de IA, que fomentan el desarrollo de una IA centrada en el ser humano y promueven la inversión y la investigación.

De cara al futuro, la UE imagina que las tecnologías de IA sean una parte integrada de la sociedad. Su objetivo es utilizar la IA para mejorar la productividad y resolver problemas complejos sin comprometer los estándares éticos. El enfoque de la Ley en la transparencia y la responsabilidad ayuda a asegurar que los sistemas de IA sigan siendo confiables, lo que genera confianza pública en estas tecnologías.

Mientras continúa la competencia global por el liderazgo en IA, el enfoque de la UE—equilibrando regulaciones estrictas con apoyo a la innovación—la posiciona como un actor clave en el desarrollo ético de la IA. Esta estrategia beneficia a los ciudadanos europeos y sirve de modelo para otros países, promoviendo un cambio global hacia una gobernanza responsable de IA.

Al promover la Ley de IA como modelo global y fomentar la cooperación internacional, la UE demuestra su compromiso con la creación de sistemas de IA éticos y confiables. Este marco aborda los desafíos actuales de la IA y sienta las bases para un desarrollo global de la IA que sea seguro y sostenible.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la Ley de IA de la UE?

La Ley de IA de la UE es un marco regulatorio integral introducido por la Unión Europea para gobernar el desarrollo y uso de tecnologías de inteligencia artificial. Es el primer marco legal global dedicado a la IA, enfocado en transparencia, seguridad y estándares éticos.

¿Cómo clasifica la Ley de IA los sistemas de IA?

La Ley de IA emplea un sistema de clasificación basado en riesgos, dividiendo los sistemas de IA en cuatro categorías: Riesgo Inaceptable (usos prohibidos), Alto Riesgo (requisitos estrictos), Riesgo Limitado (obligaciones de transparencia) y Riesgo Mínimo o Nulo (pocas o ninguna restricción).

¿Quién debe cumplir con la Ley de IA?

Todos los actores del ecosistema de IA—including proveedores, implementadores, importadores, distribuidores y fabricantes—deben cumplir si sus sistemas de IA se usan en la UE o impactan a ciudadanos de la UE, sin importar dónde fue desarrollado el sistema.

¿Qué exige la Ley de IA para la IA generativa?

Los desarrolladores de IA generativa, como ChatGPT, deben cumplir requisitos de transparencia y seguridad, incluyendo la divulgación de métodos de entrenamiento, conjuntos de datos y posibles sesgos, así como indicar cuándo el contenido es generado por IA.

¿La Ley de IA aplica fuera de la UE?

Sí, la Ley de IA tiene alcance extraterritorial. Aplica a cualquier sistema de IA que impacte el mercado de la UE o a sus ciudadanos, incluso si el sistema se desarrolló o implementó fuera de la UE.

Viktor Zeman es copropietario de QualityUnit. Incluso después de 20 años liderando la empresa, sigue siendo principalmente un ingeniero de software, especializado en IA, SEO programático y desarrollo backend. Ha contribuido a numerosos proyectos, incluidos LiveAgent, PostAffiliatePro, FlowHunt, UrlsLab y muchos otros.

Viktor Zeman
Viktor Zeman
CEO, Ingeniero de IA

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